Millones de chilenos optan por ahorrar en cuentas de ahorro bancarias, posiblemente por la preferencia de optar a un pago certero, en vez de asumir riesgos sobre ganancias mayores, pero inciertas. Sin embargo a diario las personas tomamos decisiones voluntarias que implican asumir riesgos. A veces lo hacemos de forma inconsciente.
Cuando usted elige viajar en automóvil o bus, de una ciudad a otra, quizás no considera que está eligiendo una alternativa de transporte más riesgosa que el avión, tren o barco. Seguramente su decisión pasa por el monto en dinero que está dispuesto a desembolsar por viajar, o la alta frecuencia de buses en contraste a otros medios de transporte. Independiente de sus razones, asume un riesgo. Así también renunciar para cambiarse de un trabajo a otro implica un riesgo. Usted no sabe si en el nuevo trabajo gozará de estabilidad laboral indefinida que quizás gozaba en su actual empleo, pero decide hacerlo motivado por mejores condiciones salariales y/o un mejor ambiente laboral. Cuando usted decide estudiar una carrera de educación superior probablemente renuncia a tomar un empleo de tiempo completo. A pesar de los ingresos que usted podría cosechar toma la decisión con la confianza de que al estudiar podrá aspirar a mejores salarios en el futuro. Riesgos, día a día, algunos bien evaluados. Otros elegidos casi por instinto.
Dada la entendible desilusión que en muchos genera la rentabilidad de las cuentas de ahorro la pregunta que a más de alguno debe surgirle es: ¿Se puede ahorrar más y mejor? Sí, pero necesariamente se deben asumir riesgos. Lo fundamental es que usted tenga opciones, de modo tal de elegir cuanto riesgo está dispuesto a asumir. Por esta razón es que los casinos de juego ofrecen distintos tipos de juegos a sus clientes: bingos, maquinas tragamonedas, mesas de black jack, ruletas, salones de póker, entre otros.
En finanzas se da algo muy parecido. Millones de personas en Chile optan por cuentas de ahorro bancarias, cuando en la práctica constituyen sólo una opción entre tantas otras disponibles en el mercado. Los Fondos Mutuos constituyen una opción atractiva dado que se encuentran regulados por el Estado y además ofrecen alternativas para distintos grados de riesgos dispuestos a asumir por una persona. Podrá encontrar Fondos Mutuos de pago seguro, dado que invierten en cuentas de ahorro y depósitos a plazo, o bien en Fondos Mutuos de pago mayor e incierto, dado que invierten en acciones.
En Chile el 58% de los trabajadores ostenta salarios inferiores a los $364 mil pesos. Probablemente esto explique que seamos un país muy cuidadoso de las riquezas que tanto nos cuesta generar. Sin embargo este cuidado, en suma a otras variables, ha repercutido que el resultado de décadas de ahorro nos desilusione. En la práctica con este instrumento logramos incrementar nuestro dinero tan sólo en la cuantía en que se incrementan los precios año a año. Aquello incide en que el aumento de nuestros ahorros solo compense el mayor costo de la vida. De ello se desprende que no estaríamos creando mucha riqueza real.
Las personas y las empresas ahorran dinero con el objetivo de incrementarlo. Dado esto aparecen instituciones financieras que buscan captar ese dinero. En el caso de los bancos estos ofrecen el pago de una tasa de interés a cambio de disponer de su dinero. El banco así logra acumular recursos que le permiten ofrecer préstamos a otras personas y empresas, las cuales se comprometen a devolverlo íntegramente con un interés. El banco ganará la diferencia resultante entre la tasa de interés cobrada a deudores y la ofrecida a ahorrantes. Un margen de utilidad por administrar dinero ajeno.
En la práctica en Chile la actividad bancaria se considera segura. En otros países no tanto. Dada esa seguridad es que los bancos ofrecen tasas de interés considerablemente bajas. Un promedio de 3% anual. Si usted ahorra en el banco $100 pesos probablemente tendrá $103 pesos al final del año. En lo que no muchos reparan es que los precios de los bienes y servicios de nuestra economía aumentan en la misma proporción. Dado esto la pregunta es: ¿Cuánta riqueza real logran generar las personas con las cuentas de ahorro?
Fuente:blog.fol.cl