La tarjeta de crédito puede convertirse en una gran aliada para cumplir metas y alcanzar objetivos personales, si se utiliza de forma correcta y organizada; o por el contrario, puede volverse una carga cuando no existe la capacidad de controlar las compras excesivas e innecesarias que hacen que su cupo gastado exceda su verdadera capacidad de pago.
El costo: Es importante que al adquirir una tarjeta siempre se tenga claro todos los costos relacionados a ella. Estos costos son:
La anualidad: Dependiendo del tipo de tarjeta (las hay desde las más simples hasta las ultra premium) es el costo de la anualidad. Este puede variar desde ser gratis (sí, hay algunas cuantas gratis por ahí) hasta más de $100,000 anuales
La tasa de interés: Este es el costo más importante a tener en cuenta. La fórmula es fácil: mientras más porcentaje, más caro. El promedio del mercado en Chile es el 6% (aunque las hay con más del 10%), esto quiere decir que de cada $100 que te prestan y no pagas a tiempo, te cobran $10.
Así que lo ideal es combinar una tarjeta con baja anualidad y baja tasa de interés.
Estos consejos podrían ayudarte a sacarle mejor provecho a tus tarjetas:
1. Utilizar la tarjeta de crédito la primera semana siguiente al día del corte es la mejor fecha para adquirir productos o pagar otras obligaciones. La razón es que el tiempo entre la fecha del gasto y el pago de la cuota de la tarjeta es más extendido y permite organizar mejor las cuentas. Por ejemplo si el corte de la tarjeta (fecha en que se emite la factura de cobro) es el primero de diciembre, es recomendable que la utilice después de esa fecha y no los días finales de noviembre porque esos gastos se cargarán a la factura que le llegará a mediados del mes siguiente.
2. Pagar la tarjeta de crédito antes de la fecha de vencimiento que registra en la factura reduce el riesgo de pasar por alto la obligación o de registrar el pago un día después, donde se cobrará un recargo moratorio por el incumplimiento. Pagar anticipadamente también reduce los intereses de las compras diferidas a varias cuotas.
3. El pago mínimo es una opción que se brinda a los usuarios para ir abonando a la deuda adquirida con la tarjeta de crédito, pero siempre es recomendable pagar un poco más para ir disminuyendo el saldo de la deuda y así, terminar pagando menos intereses.
4. Pagar a una cuota es una buena opción para diferir a un mes el valor de la compra sin tener que pagar los llamados intereses de financiación de la compra.
5. Sin importar el cupo que disponga en la tarjeta de crédito no lo gaste todo, mantenga una reserva para atender posibles emergencias o imprevistos.
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